Vistas de página en total

viernes, 2 de marzo de 2012

Mi aventura en un parking

Bueno después de un largo periodo vacacional (es lo que tenemos los ricos, nos tomamos periodos sabáticos cuando nos sale de los cojones…), me he decidido a volver a contaros cositas…

FELIZ AÑO NUEVO 2009!!!, que no os penséis que he perdido la educación…

Mi pequeño utilitario, mi Nissan Micra, tiene miedo a los parkings públicos, y todo debido a que durante la comida-cena de la empresa, se me ocurrió meterle en un parking público, más que nada para evitar a la grúa- que no se porque extraña razón se lleva a los coches que aparcar sobre las aceras o en lugares prohibidos…

Pues bien después de una agradable velada, a eso de las 3 y media, al recoger los trastos para volver al hogar, vamos caminando los 4 jinetes del Apocalipsis, es decir Alberto, Jose “el Andalú”, Cesar y un servidor felizmente a recoger el coche del parking, y…al alzar la vista justamente en la calle donde se hallaba el parking, “misteriosamente” la gran P, de parking, estaba apagada allá en el horizonte…intentamos no darle importancia al asunto, y seguimos caminando…
A medida que nos aproximábamos al sitio S, y a la hora H…EL PARKING ESTABA CERRADO, CLOSED…de nada servía que yo a modo de Michael Knight intentará comunicarme con mi utilitario…no había manera alguna de entrar…

Ana, apareció a los 5 minutos por el lugar, y resultó que casualmente aparcó fuera su coche (¿sabría el secreto del parking maldito?)…se ofreció amablemente a acercarnos a cada uno a casa…pero no podía ser, yo no podía abandonar allí a mi pequeño (bueno es que las llaves de casa las tenía dentro)…en fin que pacientemente esperamos a que a eso de las 4 apareciera una señora, y entrara al portal anexo al Parking maldito.
- ¿Perdone señora, el portal tiene entrada al parking? – erigiéndome de líder de la operación “rescate Micra”.
- Si majos, ¿Qué tenéis el coche dentro? – No si ya le ha pasado a más de uno, claro como no pone letreros fuera…una vez vinieron los bomberos y todo.
- ¿Sería tan amable de dejarnos bajar al parking para poder sacar el coche e irnos a casa?
- Si hombre como no, pasad, pasad…(a mi me dio acojone tanta amabilidad – es lo que tiene leer los cuentos tipo Hansel y Gretel, El mago de Oz – pero preguntaros vosotros “¿sería yo capaz de dejar pasar a cuatro personajes a las 4 de la mañana a mi portal?” – NNNNOOOOO!!!).

UNA SANTA, era la señora, finalmente entramos Cesar y yo…nos despedimos de la señora, la dimos mil veces las gracias…solo nos falto decirla que si nos podía dar una cola-cao (seguro que hubiese dicho que si)…al llegar al coche, y recuperar entre otras cosas las llaves de mi casa, me asaltó una terrible duda en mi interior:
- Cesar, hoy dormimos en el coche…porque no vamos a salir (la máquina para pagar el ticket estaba chapada, vamos que no podía validarlo…y principalmente porque tampoco éramos vecinos de esa comunidad…),
- Si hombre ahora volvemos fuera con Alberto y Jose, y aunque sea nos vamos en taxi…
- No, que no,…¿te ha dejado la señora una copia de la llave del ascensor? (es como en mi parking, los vecinos, y solo los vecinos podemos subir desde el parking por el ascensor…y no había escalera alguna para hacerlo de otra manera).

Pues nada, comunicamos a los 2 de fuera (no, no es que sean inmigrantes, que vá, que cual Marruecos con Ceuta había una valla de por medio, y como decía Coco: “Ellos estaban fuera, y nosotros deeennntrroooo) que nos quedábamos a dormir allí, y después de empujar salvajemente la puerta de acceso, patadas incluidas, hacer orines en la misma (esto solo con el ánimo de descargar la vejiga, no como manera de lubricar o desintegrar la puerta y que así se abriera –no diré quien o quienes fueron).
Bueno después de despedirnos los 2 de dentro de los 2 de fuera, llorar desconsoladamente, y gritar miles de improperios…me rio yo de la despedida del “Torete”: -“Te lo juro por mi vida, y por mi libertá…”) y de la de “El Último Mohicano”: (“Kora, pase lo que pase, mantente con vida…solo así podré encontrarte”….).

Pues nada, que nos acoplamos dentro del Micra los 2, Cesar y yo (bueno yo mejor que él, por aquello del tamaño…), -“que facilidad tiene Cesar para dormirse, y no me dio ni un beso de buenas noches…”. En fin, cuando todo hacía indicar que dormiríamos en el coche el resto de la noche…por lo menos hasta las 7:30 que volvían a abrir el parking, aparecieron unas luces en la puerta del parking…y dije yo: “Cesar que nos vamos…”

Solo se abrieron las puertas que correspondían a la entrada del parking, por lo que solo teníamos una posibilidad de huir del cautiverio…la rampa de bajada al interior, pero deberíamos hacerlo rápidamente, ya que tenía que bajar el coche que entraba y quitarse de en medio, la rampa era larga y desconocíamos el tiempo de retardo de la puerta, o sea que corríamos el riesgo de no salir…o de quedarnos atrapados con la puerta…
Total que a la que el coche empezó a bajar, yo arranqué el Micra, acaricié el salpicadero y le dije: “es tu turno chiquitín, haz gala de "todos" tus 80 CV, por tu padre, el Sr.Nissan que es japones...o por Oliver y Benji que también lo son”…a mitad de la bajada del vecino, encendí las luces y aceleré hacía el (¿Qué pensaría?, - “Estos me roban, si ya me lo decía la Mari “vuelve pronto”…) hasta que al girar hacia su entrada, dejó un hueco (mínimo) por el que nos metimos el Micra, los 80 CV, el Cesar y yo, y al grito de LIIIBREEEEESSSSS, salimos por la puerta antes de que empezara a cerrarse….y después a casa que nos lo habíamos ganado (“bueno Cesar volvió a dormirse al terminar la operación rescate, le desperté en su casa y…quien sabe si cree que esto realmente sucedió”).

Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario